LA RONDA DE ABIA DE LA OBISPALIA

Antes de los años setenta era costumbre que los mozos salieran de noche a pasear y aprovechaban a hacer la  ronda que consistía en cantar a las mozas que galanteaban. El Diccionario de Autoridades dice de la entrada rondar "andar de noche paseando las calles. Especialmente se dice de los mozos que pasean la calle, donde vive alguna mujer que galantean". ya no se suele hacer se  ha perdido esta tradición.


              LA RONDA

Cuatro vamos en la ronda
dos primos y dos hermanos
quien quiera cantar que salga
en la plaza lo esperamos.

A mí me tocó la suerte
de comenzar el primero
como capitán de guerra
que camina delantero.

Mi compañero ha cantado
yo le tengo que ayudar
aunque me cueste la vida
debajo de esta lumbral.

El primero canta un guapo
el segundo es un valiente
y el tercero voy yo
como más chico inocente.

Tres coplillas van cantadas
 y con la mía van cuatro
 las piedras se vuelven rosas
 donde pisan tu zapatos.

Cuatro coplas van cantadas
 y con la mía van cinco
 la señorita de dama
 es la flor del malvavisco.

Cinco coplas van cantadas
 y con la mía van seis
 la señorita de dama
 si se asoma lo veréis.

Seis coplillas van cantadas
 y con la mía va siete
 la señorita dama
 es la flor del ramillete.

Siete coplas van cantadas
 y con la mía van ocho
 la señorita dama
 es la espuma del bizcocho.

Ocho coplillas van cantadas
 y con la mía van nueve
 la señorita dama 
es más blanca que la nieve.

Nueve coplillas van cantada
s y con la mía van diez
 la señorita dama
 es más dulce que la miel.

Al que muda Dios le ayuda
 y a mí me tocó el muda
 dejémonos de coplillas
 y a tu ventana cantar.

Ventanilla, ventanilla,
 ventanilla de papel
 naranjita valenciana
 quien será tu mercader.

Ventanilla, ventanilla,
 ventanilla que se abre
 y cierra no te acordaras de mi
 como yo me acuerdo de ella.

Asómate a la ventana 
si te quieres asomar
que están los mozos riñendo
 y matan a tu galán.

Asómate a esa ventana 
es que cae a la vega 
y verás a tu galán 
que está sembrando la avena.

Asómate a la ventana
esa que cae al ejido 
y veras a tu galán 
como siembra el trigo.

Esa ventana tan alta 
que malo está el subidero 
quien subiera y te quitar 
de la pierna al senojil. (liga)

Asómate a la ventana
no te asomes muy deprisa 
no te hagas daño en los pechos 
que es delgada la camisa.

Asómate a la ventana 
redoma de agua de olor 
que estoy temiendo no caigas 
en manos de algún traidor.

Al que muda dios le ayuda 
y a mí me tocó el mudar 
dejémonos de ventanas 
y a tu cabellos cantar.

Los cabellos de la rubia
dicen que tienen veneno 
aunque tengan solimán 
cabellos de rubia quiero.

Los cabellos de la rubia 
tirados por los bardales 
venimos a recogerlos
 entre mozos y galanes.

Los cabellos de esta dama 
atados con verdes lazos 
yo se los desataría 
dándoles besos y abrazos.

Cabellos vienen y vienen 
cabellos vienen y han ido
cabellos tiene esta dama 
para darle a su marido.

Cabellos vienen y vienen 
cabellos vienen y van 
cabellos tiene esta dama 
para dar a su galán.

Esa mata de cabellos 
que te cuelgan por la espalda 
pareces la Madalena 
cuando por el mundo andaba.

Esa mata de cabellos 
que te cuelgan por la frente 
una serpiente enroscada 
y en medio un gavilancete.

Esa mata de cabellos 
que te cuelga por el lado 
que te relucen las puntas 
como puñal acerado.

Aquel que llegue a cantar 
a la puerta de esta dama 
levante un poco la voz 
que tiene lejos la cama.

Oiga usted señor galán 
es que ha dormido con ella 
para saber donde tiene
la cama esta doncella.

Si he dormido o no he dormido
 las señas le puedo dar 
las sabanas son de lino 
y la cama de nogal.

Tienes una propiedad 
que te la voy a decir 
que te quitas de la puerta 
cuando a mí me ves venir.

Si me quito o no me quito 
amor mío no es por ti 
que es por tus compañeros 
por lo que puedan decir.

Mis compañeros ya saben 
que me hablo con tu persona 
y quitarte de la puerta 
es ponerte una corona.

La corona ya está hecha 
ya te la puedes poner 
dame a mano de esposa 
supuesto que lo has de ser.

La mano no te la doy 
mientras no llegue el día 
no sea que te arrepientas 
y a mí dejes perdida.

La capa traigo terciada
 desenvainado el estoque 
ninguno cante una copla 
ni el de la guitarra toque.


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