lunes, 27 de noviembre de 2017


SOY UN POBRE PASTORCITO

Soy un pobre pastorcito, que camina hacia Belén,

voy buscando al que ha nacido, Dios con nosotros, Manuel.

CAMINANDO, CAMINA LIGERO,NO TE CANSES, 

NO, DE CAMINAR, QUE TE ESPERAN JOSÉ Y MARÍA

CON EL NIÑO EN EL PORTAL, QUE TE ESPERAN...

Aunque soy pobre le llevo un blanquísimo vellón,

para que le haga su Madre, un pellico de pastor

Guardadito aquí en el pecho yo le llevo el mejor don:

al niñito que ha nacido le llevo mi corazón 


jueves, 4 de mayo de 2017

9º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA NOVENO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA NOVENO 

¡Oh, piadosísima Madre!, Tú que en todo tiempo te mostraste verdaderamente la Auxiliadora de los cristianos asístenos con tu poderosísimo patrocinio en vida y especialmente en el terrible trance de la muerte, y alcánzanos la perseverancia final. ¡Ah! no nos dejes un solo instante hasta que felices cantemos tus glorias y las misericordias de tu Hijo en el cielo, por los siglos de los siglos. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

8º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA OCTAVO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA OCTAVO 

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima, de Ti se ha dicho: todo poder se le ha dado en la tierra y en el cielo; te presentas al trono del Altísimo, no como quien pide, sino como quien manda, a Ti clamamos desde el abismo de nuestras miserias, aleja de nosotros todo mal; bajo tu protección ponemos nuestros bienes, nuestros corazones, almas, potencias, sentidos, vida y todo lo que tenemos; sé nuestro amparo y nuestra defensa durante toda la vida. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

7º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA SÉPTIMO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA SÉPTIMO 

No seas, Madre de misericordia, insensible a los dolores de la Iglesia menospreciada en su doctrina y en sus Sacramentos. No permitas sea derramada en balde la sangre preciosísima de tu divino Hijo, ilumina a los ciegos que la persiguen, fortalece a los débiles que no la defienden. Brille ¡oh María! tu poder sobre la tierra; sea glorificada y acatada la religión, observada la ley divina y eclesiástica, para que todos te alaben y alcance la humanidad los goces eternos. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

6º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA SEXTO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA SEXTO

¡Oh, María, Reina de los Apóstoles! toma bajo tu protección a los sagrados ministros y todos los fieles de la Iglesia Católica: alcánzales espíritu de unión, de perfecta obediencia al Romano Pontífice, y de celo ferviente por la salvación de las almas; especialmente te suplicamos extiendas tu amorosa asistencia sobre los misioneros, para que consigan atraer a la verdadera fe de Jesucristo a todas las almas, para formar del mundo entero un solo Rebaño bajo la guía de un solo Pastor. Tres Avemarías y Gloria 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

5º DIA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA QUINTO

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA QUINTO

Querida Madre mía, tú que en el triunfo del Papa Pío VII mostraste tu eficaz patrocinio, desplegaste tu manto protector sobre toda la Iglesia y especialmente sobre su augusto jefe el Sumo Pontífice, defiéndelo en todo momento de los ataques de los enemigos, líbralo de las aflicciones, asístelo siempre para que pueda dirigir al puerto de salvación la navecilla de San Pedro, triunfando de las oleadas embravecidas que amenazan de sumergirla. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

4º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA CUARTO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA CUARTO 

¡Oh dulcísima Madre nuestra María, tú que eres Reina de los Mártires por los heroicos actos de valor y fortaleza que practicaste en la tierra! Dígnate infundir en nuestro corazón la fuerza necesaria para mantenernos constantes en tu servicio para que, venciendo todo respeto humano cumplamos sin rubor nuestros deberes religiosos y nos comportemos siempre como devotos hijos tuyos hasta la muerte. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

3º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA TERCERO

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA TERCERO


¡Oh, poderosísima Reina del Cielo, que sola triunfaste de las herejías, que intentaron arrancar a tantos hijos del regazo de nuestra Madre la Iglesia! Ayúdanos ¡oh María! a guardar firme nuestra fe y puros nuestros corazones, en medio de tantas insidias para no contaminarnos con el veneno de tantas perversas doctrinas. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

2º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA SEGUNDO 

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 

ORACIÓN DÍA SEGUNDO 

¡Oh, María Santísima, Madre de bondad y de misericordia! tú que siempre libraste al pueblo cristiano, con tu poderoso patrocinio, de los asaltos e insidias del enemigo, protege nuestras almas, te lo suplicamos, de las acometidas del demonio, del mundo y de la carne, para que alcancemos completa victoria sobre los enemigos de nuestra salvación. Tres Avemarías y Gloria. 


ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

1º DÍA NOVENA MARÍA AUXILIADORA

DÍA PRIMERO

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

ORACIÓN DÍA PRIMERO 

¡Oh, María, poderoso Auxilio de los Cristianos que confiados de tu misericordia, acuden a tu trono lleno de confianza! Oye los ruegos de tus hijos que suplicantes imploramos tu poderoso patrocinio, para poder huir del pecado y de las ocasiones de pecar. Tres Avemarías y Gloria. 

ORACIONES FINALES 

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora. Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

viernes, 13 de enero de 2017

Gorrino de San Antón

Un poco de historia...

"Queramos o no, las tradiciones junto con la historia son las que, de alguna manera, van forjando el carácter de los pueblos. La transmisión natural de padres a hijos de esas narraciones o sucesos basados en la leyenda o en la imaginación, alcanzan tal importancia que, en ocasiones, no sabemos dónde realmente empieza la ficción o en qué punto culmina la realidad. De esta manera, situaciones extrañas que pueden sobrepasar lo natural y lo que se vive en lo cotidiano llegan a producir primero, admiración, y después, respeto por lo que representa y por su procedencia. Así, una tradicional festividad oriolana como es la de San Antón ha perdurado a través de los siglos, pues se remonta a unos trescientos treinta y seis años, según data el deán Julio López Maymón. En su contexto, la rifa del cerdo por el sistema de cédulas en las que se escribe el nombre del posible agraciado, ya se efectuaba en el último tercio del siglo XVIII, nació con la intención de dedicar las ganancias, una vez descontados los gastos, al culto del Santo y a la conservación de la ermita y otras dependencias como la habitación del capellán y «departamento oficial para el Señor de San Antón», canónigo designado para tal cargo por el Cabildo Catedral.
Pero, muchas veces nos hemos preguntado porqué es el cerdo y no otro animal quien aparece como compañero iconográfico de San Antón. En la respuesta nos surge todo un abanico de simbolismos, que convergen en la vida y milagros del abad eremita, viéndose éste acompañado del hábito negro con la tau en su pecho, del bastón abacial de la más pura sencillez, del fuego en sus pies y de la campanilla anunciadora de la llegada de los antonianos.
Pero, nuestra cultura nos ha llevado, sobre todo, a ver en San Antón al protector de los animales domésticos y, junto a él, como perenne acompañante al cerdo, volviendo a preguntarnos: ¿por qué este animal considerado impuro por algunas creencias y no otros de más gallardía y prestancia? La contestación es bien sencilla, aunque son varias las interpretaciones: Una de ellas, la más generalizada, es la que lo presenta como el triunfo de San Antón sobre impureza identificada con el cerdo. Otra, nos muestra la generosidad del Santo al haber sanado milagrosamente de la ceguera a las crías de una jabalina. Una tercera, por ser el alimento para los enfermos, al que recurría la orden de los antonianos en sus hospitales, estando los animales en libertad y voluntariamente alimentados por los vecinos. Por otro lado, esta estampa iconográfica del eremita acompañado por el cerdo ha sido epicentro devocional de muchos creyentes cristianos romanos, ortodoxos y coptos. A él, como patrón benefactor se han acogido aquellos que habían sufrido amputaciones, los tejedores de cestas, los fabricantes de cepillos, los carniceros y charcuteros, los sepultureros, los ermitaños, los porquerizos, los que sufren eczemas, epilepsia, ergotismo, erisipela y otras enfermedades dermatológicas. Por ello, no es de extrañar el estribillo de los 'Gozos a San Antonio Abad' que le dedicaba su Cofradía de la catedral de Barcelona: «Pues sois Santo poderoso,/ y del cielo Tesorero;/ Antonio Abad milagroso,/ dadnos gracias generoso».
En muchas ocasiones, cuando me he apuntado para la rifa del cerdo, me ha venido a la cabeza si la generosidad del Santo me favorecía y fuese agraciado, qué haría esa noche con el cerdo en mi casa. Realmente, sería un problema, pues hoy las viviendas no están acondicionadas para tener este tipo de animales. Así como, qué ocurriría sin un vecino me viera subir en el ascensor acompañado con el futuro generador de morcillas y longanizas. Siempre lo he pensado. Aunque, a pesar de ello, no he dejado de apuntarme.
José María Ballesteros, en su novela 'Oriolanas' nos relata dentro del capítulo dedicado a la Romería de San Antón, cómo se exhibía al cerdo en el mercado de los martes y los domingos por las calles de la ciudad, como reclamo. Nos narra todo el proceso de la rifa y el traslado hasta el domicilio del agraciado, acompañado por la charamita. Curiosamente, en la mayoría de las veces, al menos de aquellos que conocemos sus nombres, los premiados eran personas humildes, y de éstos podemos aportar algunos ejemplos: hace cien años, le correspondió a Rita Tormo Hostalet, sirvienta en casa de Juan Blasco. En 1926, el cerdo le cayó a «un pobre, que vestido con blusa y envuelto en una pobre manta, presenciaba la rifa». En 1897, la suerte estuvo a favor de José Martínez Aledo, vecino del Raiguero de Bonanza, que según decía la prensa, «no tenía más capital que las dos perras que invirtió en la cédula agraciada». Sin embargo, no tuvo tanta suerte el poeta y dramaturgo José Zorrilla, que con motivo de su visita a Orihuela coincidiendo con la festividad de San Antón de 1886, fue apuntado para la rifa por algunos periodistas de 'El Oriolano', y ante la mala fortuna, éstos se preguntaban: «Hubiera sido muy prosaico que a Don José Zorrilla le cayera el cerdo».
Así es y esperamos que siga siendo durante muchos más años, y que por San Antón, cuando a las cinco haya sol, la tradición se cumpla y que haga buen tiempo, por el bien de muchos, sobre todo de los que se ganan el pan con la venta de sus mercancías en ese día. Para ello, nada mejor que encomendarse al Santo, tal como se hacía en 1895: "¡Oh bendito San Antón!/ Que eres de bondad ejemplo. /Santo humilde y bonachón, /pide a Dios en tu oración, /que nos depare buen tiempo».
Antonio Luis Galiano Pérez 
Hasta San Antón, Pascuas son.

FOTOS ANTIGUAS DE ABIA DE LA OBISPALIA