martes, 3 de junio de 2014

Más de Abia de la Obispalia

Llamada "SARZOLA" antes de la reconquista. Estas tierras estuvieron ocupadas por los musulmanes hasta 1183, año en el que fueron reconquistadas por las tropas cristianas del rey Alfonso VIII, para donarlas poco tiempo después a la Catedral de Cuenca según se desprende de la donación que de ella hizo el mismo rey al entonces obispo de Cuenca Juan Yáñez, pasó a llamarse desde ese momento ABIA. La confirmación del la donación se efectuó en el año 1198 al obispo San Julián.
Así, la etimología de ABIA provendría del latín avia (así, con V, figura en el escrito de donación) que significa “Abuela, madre de la madre”, haciendo entender su remota antigüedad.
En el año 1578 la villa pasa a la jurisdicción real. El Papa Gregorio XIII en el año 1582 concedió facultades al Monarca para vender y enajenar iglesias, monasterios y otros bienes pertenecientes a la Iglesia Católica.
Entre los años 1578 y 1582 comparece en Madrid Miguel García, vecino de Abia y diputado con poderes del Concejo para pedir que la villa pasara de la jurisdicción episcopal a la real. Para la corona era un buen negocio.
El 15 de abril de 1582 fue declarada villa independiente por el rey Felipe II, por documento fechado en Lisboa. El documento se conserva, en perfectísimo estado, en el archivo del Ayuntamiento y, se debe conservar como el más preciado documento del pueblo.
    La gracia de villazgo trajo consigo algunos privilegios no ser juzgado en lugar distinto, cobrar algunos impuestos para el común de los vecinos, disponer el común de algunos pastos y dehesas) pero también cargas muy considerables. La primera y principal consiste en que la gracia del villazgo cuesta a razón de 16.000 maravedís por cada vecino, aunque sean moriscos.

HIMNO A MARÍA AUXILIADORA DE ABIA DE LA OBISPALIA


A ti María Auxiliadora, brillante estrella de la mar
Te invoca  el alma atribulada y tu poder vengo a implorar.

Virgo filial escucha Madre mía, bien sabes Tú cuanto confío en Ti
Si Tú me ves en peligro algún día Madre de Dios, apiádate de mi. (bis)

Veloz el tiempo siempre pasa y un día tiene que llegar que débiles a tu servicio volvamos tal vez a pecar.

Virgo filial escucha Madre mía, bien sabes Tú cuanto
confío en Tí. Si Tú me ves en peligro algún día Madre de Dios, apiádate de mi. (bis)








Vídeo relato de la avocación de María Auxiliadora


Vídeo himno de Maria Auxiliadora Abia de la Obispalia